martes, 3 de agosto de 2010

La guarida del tiempo

En la guarida del tiempo
se cocinan los destinos,
el amor baraja cartas
"contra flor" canta el olvido.

La rutina coquetea
con el asombro y la magia
y el dolor, borda en silencio,
penas para una muchacha.

Si pudiéramos entrar
en la guarida del tiempo,
podríamos cocinar
cambiando los condimentos.

La alegría tendría en jaque
a la muerte y al destierro,
todos los vinos del mundo
celebrarían por ello.

Una pizca de ternura,
unas hojas de esperanza,
aroma de albahaca fresca
inundándonos el alma.

Si pudiéramos entrar... en la guarida del tiempo.

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